1º Pilar de la Salud: Conocimiento de Sí mismo.

Los Siete Pilares de la Salud en la Medicina Cuerpo Mente:

La medicina ha realizado grandes progresos por encontrar las respuestas al origen de las enfermedades. Esfuerzos que se han limitado a lo observable con los medios tecnológicos disponibles.  Olvidamos que lo físico y visible se sustenta en un mundo energético o sutil, imperceptible a nuestros sentidos.  Es primordial entender que más allá de un cuerpo físico, somos lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos.  Cada día aprendemos más acerca de la conciencia y su relación con la energía-luz.  El campo de energía humano contiene valiosa información para prevenir, restaurar y mantener la salud.  Es necesario desarrollar nuevas estrategias para comprender la relación entre el cuerpo, la mente y el espíritu.  Explorar el gran potencial de auto curación que logramos activar cuando alineamos nuestra personalidad con el alma. 

El bienestar y la salud son fruto de la armonía entre múltiples aspectos de la vida, que conviene cuidarlos en conjunto. En la Medicina Cuerpo Mente, comprometidos con el desarrollo de una nueva cultura de la salud, abordamos el camino integrando ciencia y espiritualidad. Recorremos nuevos horizontes con el objetivo de ayudar a las personas a elevar el nivel de conciencia, al servicio de un mundo más saludable.   Entendemos la salud como el silencio de los órganos y la quietud del espíritu.  Desde esta perspectiva percibimos la enfermedad como el maestro que nos enseña a vivir en equilibrio consigo mismo y con los demás, en armonía con la naturaleza y con Dios.

Los Programas MCM* Medicina-Cuerpo-Mente   al alcance de todas las personas interesadas en más bienestar y calidad de vida trascendiendo desde el Ser, parten de la base de la evidencia científica de cómo la mente crea la realidad; Interviniendo en ello los aspectos aqui denominados, Pilares de la Salud.

1º Pilar de la Salud: Conocimiento de Sí mismo. 

 “El hecho de que la mente rija el cuerpo, a pesar de que se olvida en biología y medicina, es lo más importante que conocemos sobre el proceso de la vida”.                                                                                                                                                                                             Dr. Franz Alexander

El “Conocimiento de Sí mismo” es el punto de partida.  Comienza por conocerte a ti mismo y tu relación con los demás, dicen los sabios desde la antigüedad.  Empieza por observarte, escucharte, sentirte….  Cierra tus ojos, trasciende lo que ves y mira en tu interior, escucha tus pensamientos en el silencio y percibe en la calma, tus sentimientos más profundos.  En la medida que reflexionas sobre las distintas situaciones y aceptas la realidad, podrás emprender los cambios hacia la transformación.  Solo en ti puedes influir con la certeza de reparar y perfeccionar. 

Nos identificamos con facilidad desde la personalidad; desde allí nos acostumbramos a vivir y a relacionarnos.  Tu cuerpo, los pensamientos, las emociones, son un pequeño reflejo, pero eres mucho más que eso.  Ni siquiera eres la crisis o la enfermedad que puedes estar atravesando. El auto conocimiento es fundamental para dominar el ego.   Detente, respira lentamente, vive coherentemente, dirige tu fuerza y sentir, hacia un propósito elevado.  La sinceridad, la bondad, el desapego, el respeto y la humildad, deben guiar los pasos en rectitud y equilibrio.  

Depende de cada uno elegir. Es un asunto de conciencia. El bien y el mal existen dentro y a nuestro alrededor.  A mayor conciencia, mayor responsabilidad, mayor exigencia.  Las diferentes situaciones que enfrentas a diario, son un reflejo de lo que has creado y a su vez contienen las experiencias que requieres para aprender, crecer y evolucionar.  Evita juzgar o criticar, pues el amor es la fuerza más poderosa del universo.  Llegar a la cima exige voluntad, esfuerzo y sacrificio.  Las metas elevadas, son la aspiración de quienes han comprendido la diferencia entre lo ilusorio de la realidad.

Buscar la verdad es un reto permanente; sin descanso sigue la luz en tu interior. Encuentra la chispa de la Divinidad que reside en ti y brilla con intensidad. 

Ten presente que la inteligencia disipa la oscuridad, vive con prudencia y sensatez.   Recuerda una mente serena, un corazón puro y un cuerpo sano son regalos que debemos atesorar y cuidar.