Zona de Confort

Es un estado mental de evasión, posiblemente asociadas al miedo y la ansiedad.  Cuidado, con facilidad puede confundirse con disciplina o hábitos que nos llevan a vivir y actuar automáticamente, creando rutinas. 

¿Cómo diferenciar?

• Por lo general la persona no arriesga nada, “no tienes nada que perder”, “es mejor malo conocido, que bueno por conocer”.
• “Todo esta bajo control”, por ejemplo la persona que habla todo el tiempo, pero así nadie puede cuestionarlo.  
• Con el tiempo entra en un estado de pasividad, apatía, depresión, no hay crecimiento personal.
• El bienestar esta asociado a que nada malo me sucede, sensación de seguridad o protección. Cuando considera la posibilidad de salir de la zona, no piensa en los aspectos positivos como cambiar, crecer, aprender, sino en que su condición no le molesta, es tranquila, y le genera un nivel de bienestar. Dice, “en realidad no me molesta estar solo, puedo leer, nadie me interrumpe, tampoco me están diciendo lo que debo hacer”.  En vez de considerar la posibilidad de que compartir el espacio y la vida con alguien le genera mayor alegría, avanzar juntos y más lejos en los objetivos, le da la oportunidad de descubrir nuevas experiencias.    
• ¿Cómo te sientes ante la incertidumbre? Es una pregunta que debemos plantearnos con frecuencia. La incertidumbre de por sí es el estado natural, pues en últimas nadie sabe que sucederá, todo cambia.  El problema es más bien la dificultad para estar sereno en el presente y enfrentar lo desconocido con equilibrio y entusiasmo.

Cuando reviso algunos momentos que marcaron mi vida, buscaba inconsciente o conscientemente salir de la zona de confort. 

1. Independizarme del hogar de mi madre. Aunque ella me sugirió hacerlo de forma más sensata, planear, ahorrar primero para que tuviera menos dificultades económicas no le escuché y pasé momentos difíciles, estuve a punto de perder el esfuerzo de años de trabajo.  Ahora con sinceridad reconozco que aunque buscaba crecer, también deseaba libertad sin límites y esto es salir de la zona de confort a otra zona de confort más amplia.

2.  Prestar el servicio militar, en vez de que mis padres pagaran por la libreta.  Lo hice a conciencia de que iba a tener momentos duros por la disciplina, el trato fuerte, los cambios en hábitos, nunca se me pasó por la cabeza que durante ese año y estando en el Sinaí mi padre fuera a partir de este mundo.  Fue una experiencia muy dolorosa, pero también una de los momentos que te hacen reflexionar en el sentido de la vida. 

3.  Ir al Amazonas para la práctica rural, iba a estar lejos de mis seres queridos y ya era más consciente que la vida puede cambiar en cualquier momento, había temor pero la emoción de hacer realidad un sueño de mi infancia.  También fue difícil, hay altibajos que tienes que resolver, pero finalmente el gran premio llegó, desperté a una conciencia espiritual y descubrí que podía ayudar a sanar a través de las manos. 

4.  Matrimonio.  La cuarta experiencia fue cuando dejé la estabilidad de mi trabajo para dedicarme a resolver un problema familiar importante que requería plena concentración.  En ese momento se abrieron nuevas ideas que finalmente me condujeron a tomar una de las decisiones más importante de mi vida: el matrimonio.  Comprometerse y asumir responsabilidades reales siempre nos exige esfuerzos y sacrificios, pero del mismo modo nos ofrece una genuina felicidad  que nos acerca a la realidad, el amor.

La zona de confort en la cotidianidad.

• Comer, visitar los mismos lugares, hacer las mismas cosas puede resultar agradable pero también puedes caer en la rutina.
• Continuar en un empleo cuando no estas a gusto, desmotivado pero obtienes un salario que cubre tus necesidades.
• Tener un círculo social reducido y no hace nada para cambiarlo porque esto demanda tolerancia, aceptación, vencer la timidez, etc.
• Vestir desordenado, rechazar el ejercicio por la incomodidad del sudor, sentir apatía o desinterés por temas distintos, porque puede resultar aburrido son maneras de encerrarse en una zona de confort.   

¿Qué ideas o experiencias te marcaron?

• Acéptalo, puedes equivocarte, además es importante hacerlo.
• Escucha diferentes puntos de vista, los demás pueden tener la razón.
• Tienes derecho a vivir tu propia experiencia, pero asesórate bien.
• El cambio es esencial, pero aprende la lección y conviértete en alguien mejor.

Recuerda que salir de la zona de confort es difícil.

• Tomar decisiones y acciones  a veces genera “incomodidad”, “malestar”, “inestabilidad", pero no siempre es así.
• Se puede aprender a hacerlo y puede ser un proceso divertido y productivo.
• Elige ver el lado positivo de las situaciones, pero acepta tus errores.
• Empieza con cosas pequeñas o aquellas que pueden ser reversibles: pintar tu habitación, mover los muebles, cortarte el cabello con una persona diferente, etc.
• Evita responder automáticamente Si o No. Haz lo opuesto y explora nuevas sensaciones.   
• Comienza una actividad nueva: bailar, cocina, canto, actuación, idioma.
• Habla o comunícate con una persona desconocida tomando precauciones.
• ¡Toma independencia de verdad! Madura, asume responsabilidades, crece.
• Apártate de malos hábitos o rutinas que te impiden desarrollar tus habilidades.

Ojo: No confundas salir de la zona de confort con la inestabilidad.  Es clave saber realmente qué quieres y lo que definitivamente no quieres en tu vida.